El ala de la montaña: versos viejos. 1913-1918

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Editorial "El Sol", 1921 - 102 páginas
 

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 15 - ... vacías. . . . EL LAGO Entre rústico estuche de montañas como una gema duerme la laguna y pule su cristal en donde baña su clorosis romántica la luna, Cerca del tul que el céfiro enmaraña hunde su red un pescador. — Es una colosal y nerviosa telaraña donde truncan los peces su fortuna. A veces por la húmeda ribera pasa ondulando un tren como serpiente que a sumergirse entre las aguas fuera. . Vibra una imploración en un silbido ; un brazo de granito tiende un puente y pasa el tren...
Página 81 - Y ini corazón —romero de amor— se plañía; pero . . . ¿En qué mar dejó su estela? ¿A qué ruta que seguí fué su ruta paralela? ¡Tal vez pasó junto a mi. . . ! Alma que yo presentí, alma que era mi gemela y que nunca conocí . . . ! Ya viniste alma y te siento en mi, pura y matutina.
Página 17 - DE CAZA Un venado saltó desde un repecho, ávido el ojo, humeantes las narices, adivinando en las marañas grises del rastrojal, mastines en acecho. Pero cuando tendía la escopeta yo,' el más fiero Nemrod de la partida, sentí el cósmico imperio de la vida sacudirse en mis fibras de poeta. Violó un tiro el silencio del camino. Crispó las bocas una risa aviesa viendo a la 'bestia remontarse ilesa. . . . Mas un perro, el más triste, en mi bochorno, me besó con sus ojos nazarenos.... ¡ Y sentí...
Página 73 - Uno de esos crepúsculos marinos en que la luna hipnotiza las aguas y el mar pone una pausa de sueño a su locura. La luna nació enorme, brillaba tanto que parecía el sol y bajo el astral embrujo cantaba un nauta con lánguido abandono: Gracia del mar vespertino cuando lo empapa la luna y hay grandes pájaros blancos volando al ras de las olas; pero con las alas quietas cual si la unción del crepúsculo los hubiera hipnotizado. . . Por la luna esa tarde suspiraban las olas; pero Tessier ¿por...
Página 9 - Mi mocedad se planta", el primer poema de la colección mencionada, ilustra aquella exuberancia: Bésame, sol, como a una flor abierta; hínchame de energía y que, cuando mi alma esté otra vez despierta, ya no conozca la envoltura que tenía. Flavio Herrera se apartó muy pronto de sus maestros franceses y españoles ; la inclinación por la imagen corta y epigramática, que resume páginas de descripción, le impelió hacia los poetas japoneses tanto como a los turcos y pérsicos. El trópico...
Página 35 - Remanso de agua callada, remanso de agua dormida, como tu linfa, mi vida quedó muda y estancada .... Salvaje, ronco, bravio, por agrios despeñaderos ibas copiando luceros y rodando a tu albedrío Eras cantarín de gozo mientras hacías camino y te diste, generoso, para la sed del ganado, a la rueda de un molino oa la sequía de un prado.
Página 34 - ... el llorar de los cirios .... En el olor de las rosas. . . . Sobre los llantos mentidos, sobre las vanas congojas. . . . Es el alma de la casa que, si llora, es en el chorro que en una pila borbota o en el rumor de una puerta, con tal angustia que llena de lágrimas nuestros ojos. . . . Esa infinita tristeza; esa pena contenida; ese mutismo opresivo de las casas solariegas en las que antaño vivimos y se han quedado vacías. . . . EL LAGO Entre rústico estuche de montañas como una gema duerme...
Página 17 - ... repecho, ávido el ojo, humeantes las narices, adivinando en las marañas grises del rastrojal, mastines en acecho. Pero cuando tendía la escopeta yo, el más fiero Nemrod de la partida, sentí el cósmico imperio de la vida sacudirse en mis fibras de poeta. Violó un tiro el silencio del camino. Crispó las bocas una risa aviesa viendo a la bestia remontarse ilesa. . . . Mas un perro, el más triste, en mi bochorno, me besó con sus ojos nazarenos. . . . ¡ Y sentí que los dos éramos buenos...
Página 36 - En un éxatasis pasivo la corriente se detuvo y enmudeció tu canción ! (Siempre hubo una obtusa rebelión contra lo que asciende o viaja.) Y al detenerse tu cauce, la copa triste de un sauce te improvisó una mortaja.
Página 31 - ... Abogado y Notario. BIBLIOGRAFIA.— En prosa: "La Lente Opaca" y "Mujeres". En verso: "El Ala de la Montaña". LAS CASAS TIENEN UN ALMA Las viejas casas vacías yo sé que tienen una alma. Correre• Las casas tienen una alma una alma triste y amable ; alma que a veces se pone a contemplar lo que sabe. ¡Y cuánto sabe una casa. . . . ! Cosas.... Intimas historias fantásticas como cuentos, remotas como leyendas. . . . Cosas de tiempos añejos y que resurgen ahora como un prestigio de ensueño.......

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